"Guardado Camuñas" - Parálisis del sueño | Capítulo IX

Como en el anterior capítulo también en esta parálisis del sueño es seguida de una pesadilla, una situación que parece que empieza a ser recurrente en las últimas ocasiones.

Todo empezaba leyendo un artículo en un viejo periódico, acompañado de mi hermano comentábamos sobre ello la existencia de una bestia llamada "Guardado Camuñas", teníamos ganas de verla, de contemplarla. Éramos por así decirlo una especie de científicos es por ello que emprendimos un largo viaje en carruaje hasta llegar a un oscuro bosque que a pesar de lucir el sol estaba bastante oscuro.
Recuerdo que dicho bosque era llamado "El bosque de los guardados". Había muchos árboles de hoja perenne, parecía ser que era época invernal, se podía observar la nieve por varias zonas, a pesar de que en nuestro mundo real estábamos en pleno verano.

Después del largo viaje nos conseguimos cobijo en una casa de madera bastante en mal estado, pero nos servía para poder pasar esa noche e investigar temprano la zona.
Al cabo del rato llegó un carruaje con tres cazadores o cazarrecompensas, daban muy malas vibraciones, iban armados con varias armas y acompañados por varios canes. Sin decirnos nada dejaron su equipaje dentro de la casa, no eran hombres de muchas palabras incluso en la cena, nada más se les escuchaba masticar y beber.

La aparición de la bestia

Después de cenar todos nos fuimos a nuestras alcobas, fue un duro viaje.
Al cabo de unas horas todos despertamos por un fuerte grito aterrador que helaba la sangre y erizaba el vello, los perros que trajeron los cazadores empezaron a ladrar sin parar, todos salimos corriendo a ver que sucedía, los cazadores fueron los primeros en salir ya que parecía que ni tan siquiera se habían quitado las botas.
A los pocos minutos mi hermano y yo salimos con una antorcha cada uno, hacía muchísimo viento y la visibilidad era casi nula. 
¡De repente se escucharon unos disparos a lo lejos acompañados de unos gritos, fuimos corriendo a ver lo que estaba sucediendo! Al llegar a un claro me di cuenta de que había perdido de vista a mi hermano y a pocos metros yacían los cazadores juntos a sus perros desmembrados en el suelo, uno de los cazadores balbuceaba diciendo algo así como:
 
 
-"La bestia... Es...
El "Guardado Camuñas..."" 


Acabó la frase en un suspiro largo, ahogándose con su propia sangre.

Me empezaron a temblar las piernas, pero tenía la necesidad de ver a esa bestia, me llamaba, algo dentro de mí me decía que tenía que contemplarla... 
Escuché unos gruñidos de un pequeño cerro cercano, me armé de valor y sin pensármelo dos veces caminé hasta allí, llegué a una cueva, entre poco a poco bajando una pequeña cuesta hasta llegar a unas escaleras, después caminé por un pasillo lleno de rocas con forma cuadrada como de un antiguo castillo, desconocía lo que iba a ver, tan solo veía como cabellos largos conforme me iba acercando a ella, a su vez podía escuchar su respiración.
¡Estaba allí esperándome, su rostro era humano, pero con una blanca sonrisa y uno ojos rojos muy brillantes, me atacó con sus largos cabellos hasta quedarme sin respiración!



Parálisis del sueño al despertar

Pero no todo acabó en una pesadilla, al abrir los ojos me era imposible moverme, pero lo más curioso que en esta parálisis del sueño estaba la bestia llamada "Guardado Camuñas" en todo su esplendor, pero en esta ocasión no actuaba salvajemente como en mis sueños, sino que era como un animal en cautiverio dentro de mi habitación saltando y correteando dentro de la misma, llegando el caso de hasta de causarme ternura en vez de terror. La aparición se fue difuminando conforme recobraba mi cuerpo.

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