'El viaje de un vampiro - Siglo XV' (Parte II)

"Cada noche que pasaba la sed de sangre y el salir a cazar había hecho de mi una especie de monstruo, todavía una parte de mi conservaba la humanidad y en cada amanecer sentía un sentimiento de culpa por haber cometido tan atroces crímenes.

Una de esas noches recibí una cortés invitación de una llamada "Orden de los vampiros" que se situaba a las afueras de la ciudad, en dicha carta se comentaba el importante evento que se iba a celebrar en dicho lugar. Mi cabeza no acababa de comprender y de darle vueltas a ello, ¿como podía ser yo un vampiro? Tan sólo había oído escuchar de esto en fábulas y las noticias que llegaban de los Cárpatos, pero era cierto, mis síntomas eran exactamente igual a los que se comentaban, mi sensibilidad al sol, mi incomodidad a todos los objetos en forma de cruz... pero lo que más me impactaba era el hecho de beber sangre de otras personas.

Sin pensarlo mucho dedicí ir, necesitaba verle alguna explicación lógica a ese cambio tan drástico en mi vida.
El lugar estaba a las afueras de la ciudad de Salzburgo, más concretamente en una zona boscosa cerca de Oberwinkl.
Seguí las indicaciones de aquella carta hasta llegar a un bonito palacio, donde ya antes de llegar se escuchaba bastante jolgorio. Había mucha gente bien vestida alrededor de la casa, nada más verme todos callaron de repente, y todos ellos me observaban conforme caminaba, estaban como extrañados al verme, tenía la sensación de que todos ellos eran igual que yo, eran vampiros, le delataban los colmillos y esa tez tan blanca de piel.
Nada más entrar por la puerta sentía como alguien me estaba acechando desde detrás de aquellos árboles, al mirar desde la espesura venía caminando una hermosa mujer de una belleza como nunca antes había visto, se me acercó y agarró mi mano dándome la bienvenida, se presentó con el nombre de "Lucretia". Mientras me acompañaba al gran salón del palacio, la bella damisela me hizo varias preguntas, pero yo tenía más, ella ignoraba mis palabras, lo único que me contestó fue "...tranquilo caballero, las respuestas las tendréis pronto...""

"A pesar de mi sed de venganza
sentía la cálida humanidad en mi corazón
arrepentido lloraba mirando a las estrellas.

Una noche una carta recibí, los míos me buscaban
yo quería una explicación a este tormento
Lucretia la más bella de todas las rosas negras
me diste la bienvenida y ya no me sentí tan solo"

 

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