Vivencias infernales

En la mayoría de las religiones se habla sobre la existencia del infierno, es equivalente al Tártaro de la mitología griega, o al Helheim para los nórdicos. Es un lugar (o estado según el catolicismo) donde las almas de los pecadores son torturadas hasta la eternidad.

Vivencias infernales

Todo el mundo alguna vez o varias veces pensamos en la muerte, es algo natural y que a todos nos llegará tarde o temprano y no existe ningún ser humano que no lo pueda evitar a día de hoy. Aunque por ejemplo existe una especie de medusa que es inmortal, la Turritopsis nutricula, pero no es lo que vamos a contar hoy.

Nuestro protagonista es Juan, un hombre de 50 años con problemas de corazón desde hace unos cuantos años y que quizá su personalidad no era un ejemplo a seguir, maleducado, déspota, egoísta y no caía muy bien allá por donde iba por su forma de ser.
La vida de Juan estaba llena de lujos, pasaba su día a día en un palacio de un antiguo marqués, estaba todo cuidado y precioso, no es para menos cuando se tiene a personal para ello.
Juan acababa de tener una importante reunión de empresa y decidió no tardar en ir a descansar, casi no llegó a cenar, mandó a su personal que le dejara en paz. No tardó mucho en dormir.

Sobre las 3:00 de la madrugada despertó faltándole el aire y con un fuerte dolor en el brazo, no podía moverse a penas, la respiración cada vez era más entrecortada y la vista poco a poco se desvanecía, a penas pudo agarrar el teléfono para llamar a su mujer.

Cuando parece que ya había acabado todo al abrir de nuevo los ojos volvió a ver su habitación, pero no era la misma, las paredes estaban ensangrentadas y con formas extrañas, se asemejaba como al interior de un cuerpo. Se apresuró a abrir la puerta confirmando que no era su vivienda, nada más abrir su habitación se encontraba en un yermo oscuro, a penas se podía contemplar el paisaje, había unas llanuras inmensas, todo alrededor suyo estaba frío, se sentía pesado y el olor allí era nauseabundo. Estuvo caminado un buen rato, se escuchaba algo, como a muchas personas gritar o hablar, era parecido a un concierto lleno de gente. ¡Juan no daba crédito a lo que estaba viendo, era como un mar de gente gritando angustiada, al fondo de ese pozo emitía una fuerte luz de magma donde caían sin cesar todas esas personas. Un grupo de esas entidades lo miraban con caras de verdadero pánico intentándolo agarrar y arrastrarlo con él!
Juan aligeró sus pasos evitando esa zona dantesca hasta llegar a una fosa donde bajaban unas escaleras, su cuerpo cada vez le pesaba más y se sentía como adormecido, unos pasos más yacía una gran bestia con unos ojos penetrantes, parecía como que lo estaba esperando, él quería huir pero algo le obligaba a ir hacia allí como hipnotizado.





Esa misma bestia lo agarro de la cabeza fuertemente creándole un gran dolor, acto seguido ese mastodonte arrojó a Juan a una especie de celda oscura donde no estaba solo, junto a esta celda existían otras muchas más donde a parte de él otras personas estaban siendo víctimas de vejaciones por parte de esas bestias.

¡Al poco rato de esto se acercó una bestia y empezó a desollarlo entero, era tan insoportable el dolor que Juan se desvanecía y perdía el conocimiento, pero una vez que volvía a despertar sucedía de nuevo lo mismo, una y otra vez! Tan sólo podía observar como cada vez era una bestia diferente a la otra.
Con cada minuto, cada hora iba olvidando poco a poco quién era y que había sido de su vida, llegando a ser un recipiente vacío sin alma, tan solo un cuerpo abatido por el tormento y el dolor.
Y así fueron pasando varios días.

Juan, cuando ya era una alma olvidada sucedió un milagro, despertó en el hospital rodeado de su familia, él comenzó a llorar como un niño al verlos, todo parece ser que fue una horrible pesadilla, ¿o no?
Lo positivo de este suceso es que Juan desde entonces empezó a comportarse mejor con los suyos y sus trabajadores, hay algo que le dice que el infierno existe y que nadie merece eso.

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