Relatos aterradores de la infancia - Capítulo I

Se dice que en la fase de la niñez se tiene un sexto sentido donde se ve más allá de lo terrenal. Al crecer la sociedad y el paso del tiempo corrompe este misterioso vínculo con lo desconocido.

Quería compartir este par de relatos que me ocurrieron cuando era niño, he de decir que en el lugar donde sucedieron estos hechos fue en una casa donde mis hermanos sentían y percibían cosas igual o incluso peores de las que me sucedieron a mí.
Yo era por entonces el familiar más joven.

Fenómeno poltergeist

Del alemán poltern, producir ruido, y geist, fantasma. Actualmente, el término está estrechamente asociado con los acontecimientos que suceden en lugares supuestamente "encantados" como pueden ser ruidos, ataques físicos, movimientos de objetos inanimados o teleplastias. También se dice que no tiene porque ser una entidad, puede ser algún familiar con depresión o algúna persona con problemas psicológicos el los pueda manifestar.

"Recuerdo que era una noche de verano, apenas tenía 4 años de edad, serían sobre las 3:00h de la madrugada. Estaba en el sofá prácticamente dormido cuando mi madre me dijo que era tarde y que me fuera ya a la cama, antes de ello fui a lavarme los dientes y a beber un poco de agua ya que tenía la garganta un poco seca, en el momento de apagar la luz pude percibir como un pequeño tintineo dentro de la cocina, volví a prender la luz y no podía creer lo que estaba viendo. ¡una gran parte de la vajilla estaba flotando en el aire, daba vueltas como si estuviera dentro de un pequeño tornado! ¡Al sobresaltarme todo cayó armando un gran ruido, con gran parte de platos y vasos rotos en el suelo!"


La niña muerta

Al poco del fenómeno poltergeist del anterior relato lo más aterrador estaba por llegar, algunos pensaréis que todo lo que os voy a narrar es ficción pero os puedo asegurar que lo tengo todavía reciente en mi mente, y que mejor que hablar de un tópico dentro de la parapsicología como son los fantasmas, pero en este caso sobre una aparición de una niña muerta.

"El recuerdo que tengo de este momento es que era una tarde, sobre las 16:00h más o menos, estaba coloreando en un papel, un acto normal en la vida de un niño de esa edad, estaba en mi cama, a mi lado mi estuche de colores que tanto me gustaba, pero sentía una presencia cerca de la ventana. ¡Giré mi cabeza poco a poco, y había una niña! No era una niña normal, por su estatura era unos años mayor que yo, llevaba un vestido como de comunión, no era blanco sino beige y harapiento. El rostro era lo que más impactaba, carecía de ojos y desde las cuencas no se percibía nada, todo oscuro. Bajo se tez blanquecina se podían ver sus pequeños vasos sanguíneos. No decía nada y ni tan siquiera se movía, permanecía quieta pero atenta a mis movimientos.
Lo más curioso es que yo por entonces era un niño muy asustadizo, pero esa entidad no me daba ningún miedo, incluso llegué a invitarle a pintar conmigo.
A partir de ese momento no recuerdo más allá de decirle que si quería colorear conmigo el dibujo."


Hay más relatos sobre esta casa donde sucedieron estos hechos, dentro de poco tendréis más capítulos sobre "relatos aterradores de la infancia".

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