Mitología y folclore de España

Muchas personas desconocen que en nuestro territorio también existen seres mitológicos, no son únicamente de la antigua Roma o de Asia.

Pertenecemos al viejo mundo y como no podía ser de otra manera la magia desde la época de los íberos y los guanches canarios nos sigue acompañando, pasando por relatos medievales, la edad moderna, hasta la actualidad, donde a día de hoy quizás con un poco menos de creencias en seres mágicos como las hadas, y los no tan mágicos.


Norte de España

Empezaremos por el norte de España, en esta zona es donde se disparan los números en cuanto a seres mitológicos, como es el caso de Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi, Navarra, e incluyendo parte de Aragón y Cataluña. Hablaremos de unos pocos ya que como hemos comentado superan la centena.

Nuberu

Se les consideraba seres malignos capaces de controlar el tiempo, su apariencia varía en función de la región, pero casi siempre se describen como seres antropomorfos, envejecidos, extremadamente feos, de tez oscura, con boca y orejas grandes y barba poblada. Sus ojos hundidos, lucen como brasas rojas. Habitualmente visten traje de pieles y sombrero negro de anchas alas. En Cantabria y Galicia los describen como seres pequeños y diminutos.

Lavandeira

Espíritus de la mitología Gallega de origen celta, también se hablan de estos seres en Asturias.
Según las diferentes leyendas o mitos son ancianas arrugadas que frecuentan los ríos, lavaderos y fuentes, donde trabajan con gesto hipnótico e incansable, invitando a los que pasan cerca a ayudarlas (y si le piden que les ayude a retorcer la ropa, deberá tener cuidado de no hacerlo en el mismo sentido que ellas). Según la mitología celta el hecho de verlas puede causar la muerte.

Busgosu

Su apariencia es mitad hombre mitad cabra, se asemeja al dios griego Pan o al romano Fauno, es de origen celta.
Existen dos mitos, uno en la zona oriental de la cordillera Cantábrica, que se asemeja más al mismo mito cántabro, es decir, donde el Musgosu es benefactor y guía a los pastores cuando se pierden, o ayuda a arreglar las cabañas de las brañas. El otro mito, más extendido en el occidente de Asturias, dice que el Busgosu es el señor del bosque y de todo lo que habita en él. Es enemigo encarnizado de los leñadores y cazadores, y su beso causa la tisis, demacrando a sus víctimas y llevándolas a una cruel y lenta muerte. Por el contrario ayuda a los pastores perdidos y a aquellos que no le hacen mal al bosque, normalmente ayudándolos a salir de él cuando se pierden. 

Trasgo

Es un duende propio de la mitología clásica del norte de España. Un proceso sinonímico para designar un fenómeno con un origen común, quizás indoeuropeo, pero de clara influencia celta, común a los actuales pueblos centroeuropeos y a aquellos que influyeron en la península ibérica a la caída del Imperio Romano: visigodos, suevos, francos, etc. Así, en otros lugares de Europa, entre los germanos, es conocido como kobold, gremlin o trasgos y también por los similares silfo, goblin o gnomo. 



Cuélebre

La tradición lo describe de la siguiente forma: Sus ojos son ascuas incandescentes, todo su cuerpo está recubierto de escamas y de su espalda crecen unas alas de murciélago.
Se cuenta que una de sus principales funciones es la de vigilar tesoros. En la mitología asturiana son frecuentes las referencias a estos tesoros ocultos (ayalgues en asturiano), que por lo común consisten en piezas de oro de gran valor. Para su búsqueda (la gueta l'ayalga) hay unas guías llamadas lliendas (lendas en gallego) que describen los lugares en los que se cree que se encuentran.
Se dice que el cuélebre suele ser molesto para los hombres que viven cerca de su escondite, que puede ser un bosque, una cueva o una fuente, ya que emite silbidos terribles y tiene por costumbre alimentarse de seres humanos, tanto vivos como muertos. Para evitar que esto suceda se le suele entregar alimentos como borona.
El punto débil del Cuélebre sería la garganta, ya que el resto del cuerpo estaría cubierto por unas duras escamas que lo volverían prácticamente invulnerable. Al hacerse viejos, se cree que se irían al fondo del mar a cuidar sus tesoros y descansar. 

Pesanta

Se trata de una criatura típica de la mitología catalana.
Se representa como un perro negro, peludo y grande. Se cuela en las casas por el ojo de la cerradura o por el bajo de la puerta. En algunas versiones tiene una pata metálica (su gran peso es una de sus características) que coloca encima de los durmientes para provocarles sueños agitados o pesadillas. En otras versiones se sienta sobre los durmientes para provocarles el mismo efecto, como un íncubo. También hay zonas donde tiene forma de bruja, pero no es la versión más extendida. Si se lo encuentra por la calle, atacará con sus garras metálicas.
Para derrotarla, lo mejor es rezar una oración o pedirle que cuente muchas cosas (por ejemplo granos de arena o estrellas) para tenerla entretenida toda la noche.




Resto de España

Como hemos visto los hay de varios tipos, hay muchísimos más, pero nos extenderíamos demasiado hablando de ellos, ahora damos paso a otros seres mitológicos del resto de España:


Mano negra

Cada vez que recordamos este ser mitológico nos viene a la cabeza lo sucedido en Villena en los años 80, donde dentro del relato de la niña Mari se menciona una mano oscura diabólica: La mano caminante de las cruces.

Como bien dice su nombre, se trata de un ser diabólico sombrío con capacidad de adopta la forma de una enorme mano negra ectoplásmica.
Se trata de un mito muy extendido a lo largo de la geografía peninsular, con ligeras variaciones de su forma. En mikasa, la Mano Negra atacaba a las personas cuando están distraídas, orinando (hombres) o dormidas. Si te toca el hombro, al girar el rostro el ser suele arrancar los ojos del incauto como si sus dedos fueran garras.
En Ciudad Real y parte de Castilla-La Mancha.

Juancaballo

Juancaballo es el nombre de un ser mitológico que según las leyendas habitaba en Sierra Mágina (Jaén), España.
Es descrito como un ser mitad hombre, mitad caballo (muy similar a un Centauro). Estaba dotado de gran fuerza, ferocidad y astucia. Habitaba en la sierra y aunque era muy difícil de ver ya que se ocultaba en secretas grutas y cavernas, como los cerros de Huelma y sierra del Natin; y se dice que llegaba a atacar al hombre cuando el hambre lo acuciaba. 

Martinico

Otra variedad de duende, se les representa como enanos cabezones o de gran cabeza, con manos grandes​ y vestidos con hábito franciscano; lo corrobora que en Extremadura sean conocidos como frailecillos. Su fisonomía tal vez se asocie con los muñecos cabezudos que aparecen en las fiestas populares de Castilla. Son muy bromistas, especialmente con los avaros, a los que suelen chasquear cruelmente convirtiendo su oro en carbón, y con las doncellas, haciendo ruidos en las alacenas, apagando súbitamente candiles o candilejas, tirando pucheros o engañando a los humanos de varias maneras, aunque también se usaban para asustar a los niños.


La chancalaera

La chancalaera es un monstruo oriundo de Extremadura.
Su nombre viene de "achancar", es decir, cruzar con un solo salto una corriente de agua como un arroyo o un río. Cuando hace eso, su huella queda impresa en las rocas de la ribera, razón por la cual se descubre que anda por la zona. Se la relaciona siempre con ríos, lagos, fuentes, arroyos, etc. Aunque su hábitat son las cuevas de los montes cercanos al Pico de las Corujas. Tiene forma de ave mezclado con otro animal y puede transformarse a voluntad en una bella mujer. Con ese aspecto asalta a campesinos y se los lleva a su cueva, donde los mata después de hacer el amor con ellos.


Lobo hechizado


Es una especie de hombre-lobo típica de la mitología popular castellana. Este individuo mitológico afectado de licantropía no estaba caracterizado por grandes mutaciones: «Ser entre humano y animal, de orejas grandes». Solía andar a cuatro patas, pero con notables cambios en el crecimiento desmesurado de las uñas, de los caninos y abundante y largo pelo por todo el cuerpo. O bien se convertía directamente en un enorme lobo. «Una persona agazapada y con aspecto de perro rabioso que bajaba de entre la espesura de los montes y sierras». Referenciado este por ejemplo en Villamanrique (Ciudad Real) «…en las noches de luna, un hombre se convertía en lobo, e iba arañando las puertas de las casas».​ Al amanecer, en los umbrales de las puertas aparecían abundantes mechones de pelo.




Apariciones

Dentro de la mitología hay una rama donde están las apariciones como son la cacería salvaje, la Santa Campaña incluso las caras de Bélmez.

Cacería salvaje

Se conoce como cacería salvaje a un mito del folclore europeo que se presentó en distintas formas en la zona norte, occidental y central del continente. ​ La premisa fundamental de todos los casos era siempre la misma: un grupo fantasmal de exploradores ataviados con indumentaria de caza y acompañados de caballos, perros rastreadores, etc., en una desenfrenada persecución a través de los cielos, a lo largo de la tierra o por encima de ella.​ Frecuentemente, era una forma de explicar las tormentas. 

Se menciona a la cacería salvaje en Galicia, Asturias, Cataluña y parte de Castilla.


Santa Compaña


La Santa Compaña es, en la mitología popular de Galicia, una leyenda fantástica sobre una procesión de ánimas o aparecidos que discurre desde las doce de la noche por los términos de una parroquia con el propósito de visitar, o advertir, a todas aquellas casas en las que en breve habrá un óbito, deceso o defunción. Con el nombre de Huéspeda​ se advierte una leyenda semejante en León (provincias de Zamora, León y Salamanca) y Extremadura, así como en Castilla, bajo la denominación de Estantigua.


Caras de Bélmez

Las caras de Bélmez son un fenómeno considerado por los adeptos a la parapsicología como paranormal, que consistió en la aparición de pigmentaciones, identificadas como rostros, calaveras y otras partes del cuerpo en el suelo de una casa ubicada en Bélmez de la Moraleda (Jaén, España), en el domicilio de la calle Real, número 5. Dicho fenómeno empezó a producirse en 1971. Adeptos a la parapsicología consideraron este suceso como «sin duda, el fenómeno paranormal más importante del siglo XX».​ Sin embargo, varios estudiosos del tema lo catalogaron como un fraude.





Folclore actual

A día de hoy todo lo mencionado se ve como leyendas antiguas o a cuentos para asustar a las más incautos, pero de una forma más privada madres y padres a niños siguen relatando historias a sus hijos como lo pueden ser el coco o el Ratoncito Pérez.


Ratoncito Pérez

El Ratón o Ratoncito Pérez es un personaje fantástico que se encarga de recoger los dientes que se les caen a los niños y que colocan bajo la almohada. Mientras los niños duermen, el ratón lo cambia por dulces, monedas u otros regalos.
El origen más probable del ratoncito y su enlace con un hada proviene de un cuento francés del siglo XVIII de la baronesa d'Aulnoy: La Bonne Petite Souris (El buen ratoncito). Habla de un hada que se transforma en un ratón para ayudar a derrotar a un malvado rey, ocultándose bajo la almohada del mismo, tras lo cual se le caen todos los dientes.​ 
En España, su introducción a la mitología infantil se ha atribuido a Luis Coloma (autor también de Pequeñeces o Jeromín), cuando hacia 1894 pidieron al jesuita que escribiera un cuento para el futuro rey Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años, y al que se le cayó un diente. 



El coco

"Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y te comerá." ¿Te suena la canción? Su origen te sorprenderá.

Es una criatura ficticia ubicada en la península ibérica, caracterizado como asustador de niños, con cuya presencia se amenaza a los niños que no quieren dormir.
La costumbre otoñal e infantil de vaciar calabazas y tajar en su cáscara ojos, nariz y boca buscando una expresión severa, está lejos de ser una costumbre estadounidense importada. En Galicia y el norte de Portugal esta es una tradición ancestral que tiene raíces en el culto celta de las cabezas cortadas.
Para el nombre de este personaje y su caracterización se han sugerido muchas posibilidades, desde el latín coquus, 'cocinero', hasta el náhuatl kojko, 'daño'. El coco se representa como un fantasma con una calabaza vacía, a modo de cabeza ​con tres agujeros, imitando los ojos y la boca. 


El bú

Al Bú se le daban figura de un gigantesco búho antropomorfo de color negro y grandes alas (primo hermano de la lechuza, que se bebe los aceites de las iglesias). De enrojecidos ojos, grandes como platos soperos; que paralizan de terror a sus víctimas. Su pico es afilado como cuchillas y sus garras son como trampas loberas de donde es imposible huir (aquel que era cogido se daba por muerto). 
Siempre ha tenido relación con los niños y la juventud, en principio para hacerles dormir, aunque poco después tuvieran pesadillas con el.
El bú se menciona en varias zonas de España.

Según su descripción es lo más parecido al Mothman, "gigantesco búho con grandes alas y ojos enrojecidos". Mothman, (El hombre polilla)

Gamusino

El gamusino es un animal imaginario al que se hace referencia en varias regiones de España, Portugal y Cuba para gastar bromas, tanto a niños como a cazadores, pescadores novatos, excursionistas, etc. La más habitual consiste en convencer al novato de que el gamusino es un animal esquivo que solo puede cazarse de noche.





Fuente: Wikipedia 




 Agradecimientos a Carmen Gómez por toda su ayuda:
Las Hojas Secretas


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